jueves, 3 de julio de 2008

La violencia de género crece

Por: Guillermo Peña Capellán

La violencia de género sigue en aumento en República Dominicana. Los esfuerzos realizados por las autoridades para reducir este grave problema social -creando espacios de charlas sensibilizadoras de violencia intrafamiliar, fiscalías barriales y unidades de prevención o atención a las víctimas- no han sido suficientes.

La Fiscalía del Distrito Nacional recibió durante el 2007 más de 11 mil denuncias de violencia de género, el 86% correspondió a denuncias contra el hombre y el 14% contra la mujer.

En las Fiscalías Barriales y en la Unidad de Atención y Prevención de la violencia, las denuncias presentadas de violencia de género, en el periodo enero-diciembre del 2007 fueron 10,236 de violencia contra la mujer y 1,629 denuncias de violencia contra el hombre, para un total de 11,865 casos.

El informe realizado por el Departamento de Estadísticas de la Fiscalía del Distrito Nacional, destaca que la violencia de género aumentó con relación al 2006, en más de 1000 casos.

Los datos demuestran que la familia dominicana está en crisis. El hombre dominicano sigue siendo conservador y machista.

Peor aún es que, la mujer dominicana sigue soportando los abusos guardando silencio por temor a ser reprimida de nueva vez, por no ser correspondida con la manutención de sus hijos, por no estar informada donde puede recibir ayuda, o en el peor de los casos, por sentir desconfianza en las autoridades competentes.

En los sectores marginados la mujer esta hastiada de tantos golpes físicos y morales, de las actitudes cobardes de hombres que reflejan su baja autoestima y su bajo nivel de conciencia, con su ira irracional contra sus familiares mas cercanos.

Así lo demuestra el dato de que en la Fiscalía Barrial de Cristo Rey-Ensanche La Fe fue la que reportó el mayor número de casos de violencia, con un 13%, seguida por la de Los Guandules con un 8% y el otro 50% provino de las 11 Fiscalías Barriales restantes.

Si extendemos aquellos datos a las denuncias que no se reportan en los barrios y a los abusos morales y físicos que sufren también las mujeres de sectores más acomodados, (las cuales normalmente callan), se puede afirmar que la violencia intrafamiliar es la raíz de la descomposición social.

Es urgente invertir más recursos en educación preventiva contra la violencia intrafamiliar, la sanción penal por violencia de género debe ser ejemplar. Parece que el problema se nos va de las manos...

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