martes, 30 de mayo de 2017

Juan Pablo Duarte vs Pedro Santana


Por: Guillermo Peña Capellán

¨Olvídate de eso, que eso pasó hace mucho¨ es la expresión más común cuando a alguien no le gusta o no entiende para qué sirve la historia. Es una forma de denostar su relevancia.

Veamos para qué sirve la historia. La historia sirve para saber qué paso, cómo pasó y por qué pasó un hecho. Es muy importante aprender la historia para conocer el pasado, comprender el presente y prever el futuro. A veces la historia se repite. La historia nos permite conocer lo que ha pasado en el mundo y entender las sociedades. La historia es cultura y experiencias. La historia es fuente de inspiración.

En la historia patria dominicana se reconocen a grandes próceres y se condenan a quienes les traicionaron, sin embargo hay personajes que aunque jugaron un papel histórico importante, reconocerles como patriotas o héroes es un insulto a la memoria de los grandes próceres.

En la República Dominicana tenemos dos personajes históricos que han trascendido por sus hechos pero son polos opuestos. Estos son Juan Pablo Duarte y Pedro Santana.

Como lo describe Juan Bosch, ¨Santana pasó a ser un hatero[1] cuando se casó con la viuda de un hatero. Santana se convirtió en el líder de ese sector social que enfrentó a los trinitarios y a la pequeña burguesía siendo militar y político¨

Santana se incorporó a la Guardia Nacional haitiana y ascendió hasta coronel. Posteriormente fue regidor del ayuntamiento del Seibo y tomó parte en la revolución de La Reforma contra Boyer. Su escala social fue ascendiendo después que se casó con Da. Micaela Rivera, viuda de Miguel Febles.

Si bien es cierto que Santana fue el primer presidente dominicano y que jugó un papel importante como militar, no menos cierto es que su ambición al poder le llevó a agregar el artículo 210 a la primera constitución dominicana porque dijo que no iba a jurarla sin un artículo que le concediera el poder de dar órdenes y decretos como le convengan. Y ese artículo le sirvió para amparar sus fusilamientos y destierros.

Duarte, Sánchez, Mella y otros trinitarios fueron desterrados por Pedro Santana. Santana ordenó fusilar a María Trinidad Sánchez el 27 de febrero de 1845, al conmemorarse un año de la independencia dominicana. Además fusiló a Francisco del Rosario Sánchez, a los hermanos José Joaquín y Gabino Puello, y sus compañeros Pedro de Castro y Manuel Trinidad Franco y muchos patriotas más.

El derrocamiento del presidente Manuel Jimenes fue llevado a cabo por Pedro Santana mientras él comandaba el ejército de la Nación. Santana busco la anexión a España, a Francia e incluso pensó en anexarnos a EE.UU.

¨Como creador del Estado hatero Pedro Santana es una figura histórica; pero no fue un patriota, y por no haberlo sido no tiene derecho a ocupar el lugar que le dio el gobierno del Dr. Balaguer en el Panteón Nacional¨ Juan Bosch

En cambio, Duarte fue un maestro, un político idealista que creyó en que era posible la nación dominicana. Duarte, posteriormente se convirtió en el líder de La Trinitaria y por eso fue expulsado del país por las autoridades haitianas. ¿Quién denunció a Duarte? Precisamente los conspiradores antihatianos que pertenecían al grupo de los hateros.

Juan Pablo Duarte redactó el primer proyecto de constitución dominicana. En este plantea una República libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera. Duarte rechazó la anexión a España, a Francia y a EE.UU.  Además Duarte retorno para ponerse a la orden de los restauradores en la Guerra de la Restauración.

No puede ser que dos personajes históricos que políticamente estuvieron opuestos, hoy día este la victima (María Trinidad Sánchez) y el victimario (Pedro Santana) juntos en el Panteón Nacional. María Trinidad Sánchez y Pedro Santana son polos opuestos. Duarte y Santana son polos opuestos.

En el Congreso Nacional reposa un proyecto de ley que promueve el Diputado Víctor Suarez Díaz para sacar los restos de Pedro Santana del Panteón Nacional y que cuenta con un informe favorable a unanimidad de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados. Te invito a usar en Twitter, Facebook e Instagram el hashtag #FueraSantanaDelPanteónNacional si estás de acuerdo con sacar los restos de Santana del Panteón Nacional.

O sé es duartiano o sé es santanista.

¡Fuera Santana del Panteón Nacional!

Hagamos justicia histórica.





[1] Hatero significa dueño de reses y de las tierras.

miércoles, 17 de mayo de 2017

¡Justicia!


Por: Guillermo Peña Capellán

La sociedad dominicana anhela un sistema de justicia que condene la corrupción e impunidad que hemos aguantado por siglos.  Como dijo Juan Pablo Duarte: ¨El buen dominicano tiene hambre y sed de justicia¨

El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) debe llenar las expectativas de lo que demanda hoy el país para lograr superar los niveles de desconfianza en los fiscales y los jueces. 

Según los resultados del Barómetro de las Américas del Proyecto Opinión Pública para América Latina (LAPOP, por sus siglas en inglés) han descendido 10 puntos porcentuales la confianza en que los tribunales puedan realizar un juicio justo, es decir de un 50,6 a un 40,1. de 2008 al 2014.

En el sistema judicial en general la confianza se redujo de 50,1 en 2008 a 38,5 en 2014, y la confianza en que el sistema judicial castigaría al culpable de un delito ha caído de 50,6 en 2008 a 43,9 en 2014 según el mismo estudio.

El legislador perremeísta, miembro del (CNM) Jose Ignacio Paliza, ha advertido que la sociedad dominicana está muy pendiente de la escogencia de los jueces de las altas cortes, debido a la sed de justicia que impera en estos momentos. El país sigue demandando que la justicia actué como un verdadero órgano independiente.

La ciudadanía dominicana espera juezas y jueces de carrera o no, pero íntegros, democráticos y progresistas para que impartan justicia apegados a los derechos humanos y a los principios que rigen un Estado Social y Democrático  de Derecho como establece el artículo 7 constitucional.

¿Hacia dónde va un país que no cree en su sistema judicial? ¿Si el CNM no selecciona juezas o jueces dignos y expertos en sus temas, puede cambiar la percepción de la ciudadanía sobre el sistema judicial dominicano?

Cuando no se cree en las instituciones puede pasar cualquier cosa. Es una oportunidad histórica para el CNM seleccionar jueces democráticos que eleven la confianza en el sistema judicial.

Con los vientos reeleccionistas se avecina una crisis política e institucional a mayor escala, y es sobre la judicatura del Tribunal Superior Electoral (TSE), del Tribunal Constitucional y de la Suprema Corte de Justicia que recae la débil estabilidad democrática electoral que tenemos.


Un país que no cree en su sistema de justicia no tiene futuro. La sociedad dominicana quiere juezas y jueces que impartan justicia por el fin de la impunidad.

miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Voto obligatorio?


Por: Guillermo Peña Capellán

Hace siete años, un grupo de ciudadanos y ciudadanas conscientes de nuestros derechos políticos propusimos a la Junta Central Electoral (JCE) el ¨Voto por Ninguno¨. En realidad muchos no entendieron la propuesta y creyeron que promovíamos la abstención electoral.

Es importante aclarar de nuevo que el ¨Voto por Ninguno¨ no promovía la abstención electoral, sino que se creara una casilla o recuadro en la boleta electoral que dijera ¨Ninguno¨para ser marcado por el o la votante si lo prefería.

El propósito del ¨Voto por Ninguno¨ era obligar a los partidos políticos a elegir candidaturas que se apegaran a los principios de democracia interna, legalidad y transparencia. Y que si no lo hiciere la ciudadanía entonces podía expresar su rechazo a la imposición de las élites partidarias mediante este mecanismo y obligarlos a elegir mejores candidaturas.

Para una explicación más sencilla, el¨Voto por Ninguno¨ es lo que se conoce en ámbito de la ciencia política como el ¨Voto en Blanco¨, es decir, el derecho de la ciudadanía de rechazar todos los candidatos si no le gustan ningunos. 

En la constitución de Colombia existe la figura del ¨Voto en Blanco¨ con el propósito de que la ciudadanía exprese su rechazo a los candidatos presentados por los partidos políticos colombianos.

El voto no puede ser obligatorio. El voto es un derecho político facultativo de ejercerlo como todo derecho. No es democrático poner una sanción económica ni penal para quien decida no votar. Ver este video: El voto es un derecho. Jamás un deber. Abstención en conciencia, la clave. https://www.youtube.com/watch?v=NNgtyr5HDtY&t=15s

Aunque este en la Constitución Dominicana el voto como derecho y deber, es una contradicción ilógica considerar el voto como un deber cívico y un derecho político a la vez. Si es derecho político no puede ser a la vez un deber. Frente al derecho del acreedor existe el deber de que el deudor le pague, no viceversa.

Además, la constitución dominicana establece en el art. 208 lo siguiente: ¨Ejercicio del sufragio. Es un derecho y un deber de ciudadano y ciudadanas el ejercicio de sufragio para elegir a las autoridades de gobierno y para participar en referendos. El voto es personal, libre, directo y secreto. Nadie puede estar obligado o coaccionado, bajo ningún pretexto, en el ejercicio de su derecho al sufragio ni a revelar su voto¨ Este artículo plantea una excepción a los deberes fundamentales consagrados en el artículo 75 de la Constitución Dominicana.

El voto es un derecho. Uno tiene derecho a no hacer lo que no quiere. Obligar a una persona a hacer algo es anti-democrático. Una cosa es un derecho y otra cosa una obligación. Por eso los deberes u obligaciones se enmarcan en la sociedad civil, no en la sociedad política.

Si no se está de acuerdo con las ideas de un candidato o candidata, o si se le rechaza por ser corrupto, narcotraficante o estafador como muchos de los candidatos actuales, el Estado no puede obligar e ejercer el sufragio.  Una ciudadanía responsable es la que vota o no vota consciente. Quienes votan a conciencia por nuestros representantes de la indignidad, la corrupción y la impunidad, son cómplices de la degradación de la sociedad dominicana.

miércoles, 3 de mayo de 2017

¿Salarios dignos en República Dominicana?


Por: Guillermo Peña Capellán

El 1 de mayo conmemoramos el Día Internacional de los Trabajadores en plena discusión sobre un aumento salarial de un 20% en el sector privado. Gobierno, Sindicatos y Empresariado debaten sobre la pertinencia o no del aumento salarial.

El sector empresarial en desacuerdo con el aumento del 20% por un lado, y el Gobierno conjuntamente con el sector sindical promoviendo el aumento salarial por otro lado. Ante este escenario es preciso preguntarse, hay salarios dignos en la República Dominicana.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), República Dominicana está entre los ocho (8) países de Latinoamérica con el nivel de salario mínimo más bajo, solo superado por Cuba, Bolivia, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Perú. El promedio de salario mínimo de la región es de US$259  y en nuestro país es de US$254, unos RD$ 11,684, utilizando una tasa de cambio de RD$46 por dólar.

Ahora bien, ese salario mínimo de US$254 en el país es irreal porque existen varios tipos de salarios mínimos, al punto extremo que el salario mínimo del sector privado para una pequeña empresa puede ser de US$170, unos RD$ 7,843, utilizando una tasa de cambio de RD$46 por dólar.

¿Quién puede vivir con US$170 mensuales? ¿Si la canasta básica familiar cuesta US$617, unos RD$28,396, utilizando una tasa de cambio de RD$46 por dólar y el salario promedio de un dominicano en un empresa pequeña es de RD$7,843?

El mismo informe del FMI señala que: ¨Para lograr una visión más completa de los sueldos mínimos deben tomarse en cuenta otros indicadores como el costo de la canasta básica, la calidad, el acceso a la educación y la salud o los niveles de delincuencia y corrupción¨

Al momento de escribir este artículo el Ministro de Trabajo, José Ramón Fadul (Monchy), anunciaba el aumento salarial de un 20% en el sector privado, 13% ahora y 7% en noviembre de 2017, y el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) respondía que lo acataría.

Empresario/as y Gobierno:

El salario no da, está deprimido, trabajan más los más pobres y eso es lo que tienen trabajo.  El sueldo mínimo es una burla a quienes trabajan. Seguir ese camino es continuar aumentando la desigualdad social y los niveles de inseguridad ciudadana.

Sin salarios dignos no hay justicia, sin salarios dignos no puede acabarse la corrupción y la impunidad, sin salarios dignos no puede haber  seguridad ciudadana.


Ojalá lo entiendan y algún día lo razonen…