martes, 2 de junio de 2015

La partidocracia es igual: Urge una nueva cultura política



                                                        Por: Guillermo Peña Capellán

La partidocracia es entendida etimológicamente como, el gobierno, el poder, la fuerza, o la influencia de los partidos políticos en un Estado. Se forma de los vocablos: Partido, del latín Partire, que significa dividir algo, y del griego krateia, que es igual a ¨poder¨ o ¨gobierno¨.

Con la partidocracia se busca que los partidos resuelvan las más importantes decisiones de la vida política de un país. Y esto va, desde el señalamiento a dedos de los candidatos de los cargos electivos hasta el control y sometimiento a la línea partidista sin importar principios y leyes.

El neologismo partidocracia, aún no reconocido por la Real Academia Española, pero si analizado y discutido en el ámbito de la ciencia política, busca explicar cómo los partidos políticos asumen el monopolio de la actividad pública y desplazan a los partidos minoritarios, la ciudadanía y los movimientos sociales, aniquilándolo todo.

El concepto de partidocracia se utiliza para entender que la élite política decide sobre la vida política de una nación. Esa élite política acompañada de la élite económica pacta por sus intereses personales y grupales, para finalmente decidir quiénes serán los presidentes, vicepresidentes, alcaldes, regidores, diputados, senadores y una gran parte de los actores políticos del Estado.

En el año 2002, la alta dirigencia política del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), a excepción de algunos, apoyaron y negociaron una reforma constitucional para que Hipólito Mejía optara por un nuevo mandato presidencial. Se compraron legisladores del PLD y PRSC,  y finalmente se impuso la reelección.

En aquel tiempo, la indignación de una gran parte de la sociedad dominicana fue abrumadora. Ayer, no solamente porque no se estaba de acuerdo con modificar la constitución para la reelección, sino también porque la popularidad del presidente Hipólito Mejía estaba en el suelo y no lo querían ver ni en pintura.

Hoy se repite la historia. La alta dirigencia política del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) acaba de apoyar y negociar una reforma constitucional para que Danilo Medina pueda repostularse. Se compraron legisladores del PRD y PRM y se impuso la reelección. La única diferencia entre ayer y hoy, es que en el año 2002, Hipólito Mejía no tenía alta popularidad y Danilo Medina si la tiene.

Ni el PLD, ni el PRD, ni el PRSC, ni gran parte de la alta dirigencia política del PRM pueden afirmar coherencia anti reeleccionista.

La historia está ahí para recordar también la denominada ¨Alianza Rosada¨, pacto firmado en el año 2006, donde el PRD y el PRSC pactaron para impedir que el PLD lograra mayoría en el congreso sin que se tomara en cuenta las diferencias ideológicas de ambos.

Por estas razones, decimos que la partidocracia es igual de corrupta y conservadora. De oportunista y politiquera. Que no discute ideas, principios, proyectos, programas y políticas públicas, sino cargos electivos, ministerios, clientelismo político y contratos para repartirse el pastel estatal.

El problema no es solamente el PLD, es la partidocracia, es esa elite política y económica que lo controla todo. ¿O acaso ustedes creen que a los partidos tradicionales les importa hacer cambios estructurales y de modelo económico para transformar el país?

Elevemos el nivel de debate político con propuestas y políticas públicas que transformen el Estado y trabajemos por una nueva cultura política sin partidocracia.