Por: Millizen Uribe
Aunque soy de las articulistas que prefiere dejar su vida personal fuera de esta columna, pues entiendo que a ustedes no tiene por qué interesarle lo que hago o dejo de hacer en este plano, quiero aprovechar la entrega de esta semana para hacerles una invitación muy especial pero que proviene de mi lado personal.
Sucede que cada vez que el calendario marca el mes de diciembre (que ahora hay otra razón más por la que me encanta) soy de las personas que se deja contagiar por la alegría de que está cargada la temporada.
Así, ya hoy 10 de diciembre deseo bloquear mi mente y dejar de pensar (y por lo tanto dejar de escribir) en la carestía de la vida, en el alto índice de violencia, en la inseguridad ciudadana, en la falta de energía eléctrica, en la escasez de agua…en fin en todos esos problemas que tan bien reseñan los medios de comunicación durante todo el año.
Hoy, Voces Nuevas quiere tratar un tema nuevo. Se trata del chance de ser feliz. De esa responsabilidad de vivir la vida viendo el lado positivo de las cosas.
Y aunque esta es una máxima que desde hace tiempo me aplico, hoy quiero extenderles la invitación a que tomen la Navidad como pretexto para disfrutar, para compartir más con la familia, para sacar tiempo de leer ese libro que tanto nos gusta, para durar más tiempo acurrucaditos en la cama, para decirle adiós la dieta y al ejercicio aunque sea por par de días, para llamar a ese amigo tan especial y que tenemos tan abandonados, para hacer esas cosas que nos hagan felices.
Y es que después de todo, y pensando como siempre en nuestra responsabilidad social, para construir un mejor país tenemos que ser ciudadanos buenos y felices. Así que reitero la invitación a darnos un baño de optimismo, revestirnos de felicidad e ir por el mundo regalando sonrisas.
Aunque soy de las articulistas que prefiere dejar su vida personal fuera de esta columna, pues entiendo que a ustedes no tiene por qué interesarle lo que hago o dejo de hacer en este plano, quiero aprovechar la entrega de esta semana para hacerles una invitación muy especial pero que proviene de mi lado personal.
Sucede que cada vez que el calendario marca el mes de diciembre (que ahora hay otra razón más por la que me encanta) soy de las personas que se deja contagiar por la alegría de que está cargada la temporada.
Así, ya hoy 10 de diciembre deseo bloquear mi mente y dejar de pensar (y por lo tanto dejar de escribir) en la carestía de la vida, en el alto índice de violencia, en la inseguridad ciudadana, en la falta de energía eléctrica, en la escasez de agua…en fin en todos esos problemas que tan bien reseñan los medios de comunicación durante todo el año.
Hoy, Voces Nuevas quiere tratar un tema nuevo. Se trata del chance de ser feliz. De esa responsabilidad de vivir la vida viendo el lado positivo de las cosas.
Y aunque esta es una máxima que desde hace tiempo me aplico, hoy quiero extenderles la invitación a que tomen la Navidad como pretexto para disfrutar, para compartir más con la familia, para sacar tiempo de leer ese libro que tanto nos gusta, para durar más tiempo acurrucaditos en la cama, para decirle adiós la dieta y al ejercicio aunque sea por par de días, para llamar a ese amigo tan especial y que tenemos tan abandonados, para hacer esas cosas que nos hagan felices.
Y es que después de todo, y pensando como siempre en nuestra responsabilidad social, para construir un mejor país tenemos que ser ciudadanos buenos y felices. Así que reitero la invitación a darnos un baño de optimismo, revestirnos de felicidad e ir por el mundo regalando sonrisas.
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