Por: José Carlos Nazario
Podrá entenderse que las frecuentes alusiones a temas culturales y literarios en nuestra columna es una desviación. Sin embargo, creemos firmemente que la promoción de una nueva ciudadanía, que es hacia donde hemos apuntado siempre desde este espacio, debe considerar la cultura como una forma de evadir la dictadura de la rutina. Asumir el compromiso que supone ser ciudadano/a se hace más lúcido con libros en las manos. Por eso hemos insistido en promover la lectura de ficción, que sin duda es la mejor forma de descubrir algunas verdades que merecen ser expuestas.
Leyendo los productos periodísticos del cumpleaños de Carlos Fuentes nos vino a la memoria una de esas lecturas que se quedan para siempre. El autor mexicano escribió hace unos años la novela titulada La Silla del Águila; cuenta una historia en la que se hacen centro del argumento las intríngulis de la vida política (que son las mismas en toda Latinoamérica), tomando forma en el imaginario México del 2020.
La narrativa epistolar es cultivada de manera cautivante, desvelando los grandes secretos de la política, con intensidad, personajes diversos (unos pintorescos, otros atrayentes), pasiones e insidias, corrupción y sueños rotos. La obra es, en nuestra opinión, obligada para todo aquel que busque entender la lógica (bastante ilógica) del funcionamiento de nuestra vida pública, las razones del atraso y aportar desde su espacio a construir un país distinto. Les invito a la lectura de una magistral muestra del talento de ese ciudadano mexicano que se ha hecho querer y respetar por su trabajo y sus ideas.
Podrá entenderse que las frecuentes alusiones a temas culturales y literarios en nuestra columna es una desviación. Sin embargo, creemos firmemente que la promoción de una nueva ciudadanía, que es hacia donde hemos apuntado siempre desde este espacio, debe considerar la cultura como una forma de evadir la dictadura de la rutina. Asumir el compromiso que supone ser ciudadano/a se hace más lúcido con libros en las manos. Por eso hemos insistido en promover la lectura de ficción, que sin duda es la mejor forma de descubrir algunas verdades que merecen ser expuestas.
Leyendo los productos periodísticos del cumpleaños de Carlos Fuentes nos vino a la memoria una de esas lecturas que se quedan para siempre. El autor mexicano escribió hace unos años la novela titulada La Silla del Águila; cuenta una historia en la que se hacen centro del argumento las intríngulis de la vida política (que son las mismas en toda Latinoamérica), tomando forma en el imaginario México del 2020.
La narrativa epistolar es cultivada de manera cautivante, desvelando los grandes secretos de la política, con intensidad, personajes diversos (unos pintorescos, otros atrayentes), pasiones e insidias, corrupción y sueños rotos. La obra es, en nuestra opinión, obligada para todo aquel que busque entender la lógica (bastante ilógica) del funcionamiento de nuestra vida pública, las razones del atraso y aportar desde su espacio a construir un país distinto. Les invito a la lectura de una magistral muestra del talento de ese ciudadano mexicano que se ha hecho querer y respetar por su trabajo y sus ideas.
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