viernes, 3 de octubre de 2008

Un optimismo muy peligroso


Por: Millizen Uribe Moreno
Para las matemáticas: datos, planteo, solución y respuesta. Para las naturales: definición del problema, formulación de hipótesis, experimentación, análisis de los resultados, formulación de teorías, etc.

Pero para todo primero el reconocimiento del problema, esto según los conocimientos elementales aprendidos en la primaria. Es por esto que no entiendo el empeño del excelentísimo señor Presidente de la República, doctor Leonel Fernández, de insistir en que: “la economía dominicana está blindada frente a la crisis mundial”.

Y aunque se sabe que en el plano político su negativa está orientada a la creencia de que un ejercicio de sinceridad afectaría la imagen de su gobierno, en el plano humano sólo cabe el calificativo de irresponsabilidad para la insistencia en ese falso blindaje.

¿Cómo negar que sectores importantes dentro de la economía dominicana, a saber turismo y remesas, se verán disminuidos ante la crisis económica que afecta a los Estados Unidos? Esto porque como consecuencia, el pueblo estadounidense establecerá prioridades y viajar a la República Dominicana e invertir en propiedades en el país no será una de ellas. Igualmente el flujo de remesas que envían los dominicanos residentes en el exterior se verá afectado.

Y es que esa terrible dependencia de la economía dominicana hacia la economía estadounidense, que tantas veces hemos criticado, implica que si las cosas se ponen feas en la casa en “el patio trasero” se ponen mucho peor.

Por eso en vez de continuar la venta de ilusiones, es recomendable que el gobierno dominicano admita de una vez por todas la influencia de esta crisis en el país. Esto no para hacer un “mea culpa” y darse golpes en el pecho, sino para comenzar su mandato en base a la realidad económica, social y política que se vive en el mundo.

Así la austeridad, la disminución del gasto público, la concentración de recursos en alimentación, salud, educación y vivienda (y no los viajes, las jeepetas, las dietas, y las construcciones para pagar comisiones a los compañeritos de partidos) serán las prioridades.

Ahora bien, una posible insistencia en mantener la posición de que “todo está muy bien”, sólo podría entenderse desde el aspecto de que como se prevé un aumento del narcotráfico, y a este factor algunos sociólogos y periodistas atribuyen influencia en cierta bonanza de la economía dominicana, sea aquí donde resida la tranquilidad de que la sangre no llegará al río. Lejos de esto no se entiende el porque se insiste en un optimismo que, sobretodo para el país, resulta muy peligroso.

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