lunes, 19 de marzo de 2007

¿La Generación del Letargo?


Por: Milizen Uribe

Sentada en una clase escuchaba con nostalgia como mi profesor presumía de las luchas que siendo joven libró contra la dictadura trujillista. Mientras le escuchaba me remontaba a la historia que cuenta las grandes movilizaciones que en diferente épocas encabezaron los jóvenes. Llamaba sobremanera mi atención lo contestataria y activa que fue esa generación. Y me dije: ¡Me hubiese encantado estar ahí¡ Pero luego recapacité en que la actual generación de jóvenes tiene la oportunidad de ser tan activa como las pasadas, pues las causas de fondo que motivaron sus luchas siguen presentes en mayor o menor medida dependiendo del caso.

Particularmente he tenido la oportunidad de rodearme de muchos y muchas jóvenes y he notado un gran potencial. Y es que esta generación tiene fortalezas como mayores posibilidades de acceso a fuentes de conocimiento y por ende más posibilidades de manejar información. Claro que eso depende de que el joven o la joven tengan un espíritu acuciante que le lleve a investigar y profundizar.

Además, cuenta con recursos tecnológicos que las generaciones pasadas no poseían, y que permiten que podamos trascender a mayores niveles de información y tener una visión más amplia de los fenómenos sociales.

Sin embargo, el actual movimiento juvenil tiene debilidades que ocasionan que en vez de existir un movimiento juvenil como tal, haya, más bien, organizaciones juveniles. Estas organizaciones cuentan con una gran dispersión organizacional y segmentación temática, que se dan en el hecho de que hay muchas organizaciones juveniles pero no están articuladas y no se conocen las unas a las otras. ¡Y peor aún! much@s jóvenes, que estarían interesados en integrarse, ignoran su existencia

Otra debilidad reside en la falta de independencia, pues en muchas organizaciones sucede que, aunque estas están integradas por jóvenes, estos no ejercen la toma de decisiones sino que son adultos quienes deciden por ellos, impidiendo así que haya un relevo generacional.

No obstante, las jóvenes y los jóvenes dominicanos de hoy día tenemos una gran oportunidad, y es la de llenar ese vacío generacional que posee nuestro país, el cual amerita de voces nuevas, rostros frescos pero sobretodo de nuevas ideas, nuevos planteamientos que realmente vayan encaminados a forjar una mejor República Dominicana.

Claro está no estamos exentos de amenazas, tales como ser coactados, vendernos al mejor postor o situar las aspiraciones personales por encima de las colectivas.

Pero de lo contrario creando un movimiento juvenil unificado y fuerte que tenga como norte crear un mejor país esta generación tiene la posibilidad de dejar de ser la generación del letargo, del inactivismo, de la desmovilización para ser la que continúe la obra iniciada por algunos de nuestros antepasados de construcción de una mejor nación, un mejor país y un mejor mundo.

La tarea es fuerte. Amerita de mucha entrega, trabajo, responsabilidad, pureza y amor a la patria. Pero conozco algunos, y sé que por los más recónditos rincones de este país existen muchos y muchas jóvenes que tienen la intención y la capacidad para asumir una labor tan necesaria como posible. La tarea de una mejor República Dominicana.

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