Por: Harold Aybar
Ya paso la campaña electoral y con ella todos los desafueros de los partidos políticos por obtener el poder, aunque admito que la sociedad tiene un respiro después de la contienda, en las siguientes líneas le expondré el porque me apena.
Que pena que se acabo la campaña, ya que en este proceso nos dimos cuenta de una serie de irregularidades del gobierno de turno y que se juramentará el próximo 16 de agosto nuevamente, tal es el caso de la sun land, que para cuyo préstamo no se utilizaron los procedimientos correspondientes y que tienen como personeros a dos ejecutivos del palacio presidencial.
Algo sin precedente en la cultura clientelista de los partidos políticos, las nominillas de los miembros del partido oficialista, y otras tantas más que no trascendieron y que quizás nos daremos cuenta en la postrimería del período presidencial que se inicia el próximo 16 de agosto, y de todo esto nos dimos cuenta por la campaña electoral.
Pero que pena que se acabara, fue en la campaña que nos dimos cuenta de que Miguel Vargas, tiene compromisos con la justicia española, por un supuesto lavado de dinero con el sonado caso Marbella, y que además su gestión como secretario de obras públicas, tuvo una serie de prevaricación en la construcción de las villas panamericanas.
Que pena que pasara, es la única ocasión en que nuestros políticos se levantan el refajo para echarse en cara y ante la opinión pública todas sus faltas, note usted lector que pasada las elecciones no se menciona nada de esto.
Si todas estas acusaciones blancas y moradas fueron producto del proceso eleccionario y que más allá del 16 de agosto no se le darán curso solo me resta terminar como empecé, diciendo que pena…!
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