lunes, 9 de febrero de 2009

Somos un país (I)


Por: Guillermo Peña Capellán

Somos un país donde la gran mayoría de sus habitantes está buscando cómo conseguir una visa para realizar el sueño americano o europeo. El 57% de los dominicanos y dominicanas quiere irse del país y más del 50% piensa que es imposible el cambio; según el Informe de Desarrollo Humano 2008.

Somos un país de corrupción rampante, en una escala de 1 a 10, siendo 1 el peor estado de corrupción, la República Dominicana obtuvo el 3.0, la misma puntuación del año pasado; señala el Índice de Percepción de la Corrupción 2008, realizado por la organización Transparencia Internacional.

Somos un país de gente que se sienta en los parques a esperar que le llegue una chiripa porque no tiene absolutamente nada que hacer. Y es que el 14% de la población esta desempleada; informan cifras oficiales del Banco Central.

Somos un país donde el apoyo a las actividades del campo son ínfimas, por ello el 70% de las y los trabajadores rurales se dedican a actividades no agrícolas, tales como el transporte, las zonas francas, el comercio y el turismo; comparado con el 40% en 1997; según el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Somos un país de analfabetos o analfabetos funcionales, donde el 11% de la población mayor de 10 años es analfabeta y las cifras se incrementan a un 24% y 31% en Bahoruco y Elías Piña; indica la Encuesta Demográfica y Salud (ENDESA 2007).

Somos un país de estudiantes que no reciben el tiempo necesario para educarse porque siempre hay imprevistos o excusas, donde el tiempo académico real es insuficiente porque se diluye entre ceremonia de bandera, desayuno, recreo y tardanzas por carencias del transporte; señala un estudio realizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en el 2004.

Somos un país con estigmas y estereotipos sociales tan grandes que la presión social obliga a una estudiante embarazada salir del centro de estudio porque no da un buen ejemplo a sus compañeras. El 11.8% de las adolescentes que abandonan los centros educativos lo hace por haber quedado embarazada y en su mayoría no sobrepasan el nivel básico; según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Consejo Nacional de Población y Familia (CONAPOFA).

Somos un país con hambre acumulada. Simple ejemplo de esto es que cuando vamos a los hoteles, rebozamos los platos de comida para saciar nuestra hambre atrasada. El 29% de la población dominicana esta desnutrida; revela la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Somos un país desinformado sexualmente a tal punto que, muchos pensamos que con un beso en la mejilla se contagia del Síndrome de Inmunidad Adquirida (SIDA), no usan el preservativo porque les quita el placer o sino se ponen dos condones para cuidarse más de contagiarse. El 18% de los casos de Síndrome de Inmunidad Adquirida (SIDA) lo protagoniza la población entre 15 y 24 años de edad. En esta población joven, el 48% corresponde a mujeres; según el Consejo Presidencial del Sida (COPRESIDA) y el Consejo nacional para la Niñez y Adolescencia (CONANI).

Somos un país que paga la energía más cara del mundo. 21.97 centavos de dólar por cada kilovatio-hora Fuel oil no 6, cuando deberíamos pagarlo a 10 centavos de dólar.

Este panorama es desalentador y frustrante para quienes queremos y luchamos por un país menos desigual. Tenemos muchos problemas sociales pendientes por resolver. Mucho/as desconocemos la magnitud de ellos y otros nos mostramos indiferentes y desesperanzados de que algún día se resuelvan.

La corrupción y la impunidad promovida en el seno de los partidos políticos ha sido una de las causas de nuestros males ancestrales. La falta de transparencia, de institucionalidad y de ética, tanto en el sector público como en el privado también se le suma al causal de nuestras debilidades como nación.

Ahora bien, no todo es negativo en nuestra República Dominicana….

Somos un país que ocupa el primer lugar en biodiversidad en las Antillas, y el tercer lugar mundial en biodiversidad insular en proporción al territorio, por la cantidad de zonas tropicales, subtropicales, templadas y frías; según el Fondo Para El Medio Ambiente Mundial (FMAM)

Somos un país que ha tenido el mayor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) entre las naciones de Latinoamérica y El Caribe desde 1961 hasta el 2005, sin embargo estamos entre los países que menor crecimiento de Desarrollo Humano ha tenido en ese mismo periodo; indica el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 2005.

Somos un país de grandes logros en el deporte. Tenemos los mejores peloteros de gran calidad mundial. Nos destacamos por ser fuertes bateadores y ágiles corredores. Nuestro alto nivel en el baseball es un orgullo dominicano. Tan fanáticos somos que si perdemos en un evento internacional nos sentimos derrotados.

Somos un país con leyes tan importantes y conflictivas como: la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, Ley de Seguridad Social, Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ley de Juventud, Ley contra la Violencia Intrafamiliar y Ley de Función Pública; solo por citar algunas. El simple hecho de tenerlas es positivo porque nos hace contar con un marco jurídico ideal, fruto de peleadas conquistas sociales. El reto hoy es que la ciudadanía las demande y las autoridades las hagan cumplir.

Somos un país destino mundial de millones de turistas, los cuales son recibidos con la hospitalidad y la alegría que nos caracteriza, contamos con playas hermosas tales como; San Rafael, Las Terrenas, El Macao, Punta Cana y Chiquito. Las Terrenas fue declarada por el diario El Mercurio de Chile como una de las 25 mejores playas del mundo y El Macao fue investida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como una de las mejores playas del mar Caribe.

Continuará…

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