lunes, 23 de febrero de 2009

Inconstitucionalidad decreto indultos: formalidad contra la informalidad...


Por: Crystal Fiallo

Hoy mis esperanzas fueron regadas con un gran jarrón de agua repleta de abono. Ambos abogados que solicitaron la inconstitucionalidad del famoso decreto de los indultos No. 487-08, son los responsables de mi entusiasmo, de mi felicidad. .

Si al gobierno no le gustan las protestas, no le agradan los piquetes, los encuentros revolucionarios en los distintos rincones de República Dominicana, ahí tienen la formalidad que necesitaban.

Un recurso de inconstitucionalidad muy bien documentado, explicando como el pueblo dominicano fue timado por el Poder Ejecutivo.

La evidencia, los buenos argumentos, la formalidad en general, es necesaria en algunas ocasiones para poder derribar la posición de aquellos personajes que quieren vendernos el correcto uso de mecanismos legales, cuando la realidad es que son crudos quebrantadores de la Ley.

No me malinterpreten, los espacios de participación ciudadana son múltiples; algunas veces invitados, abiertos, cerrados y hasta mixtos. Las huelgas, los manifiestos, las creativas resistencias son necesarias para alertar a la población. Pero a la hora de lidiar con “intelectuales” de las maniobras políticas y/o legales, hay que hablarles con el mismo lenguaje técnico.

Siendo abogada, cuando hablo con los demás colegas, siento que tenemos un mundo totalmente aparte al de otras disciplinas (pasa con la mayoría de las carreras) es por eso que me encanta la gente aterrizada y sin muchos formalismos; pero admito que algunas veces hay que retomar el disfraz profesional y hablarles, contestarles y “pelearles” con sus mismo tecnicismos que creen manejar 100%. Estos dos juristas utilizaron “el” mecanismo legal nacional necesario para poder conseguir la anulación de este decreto. Pero no estaban contestándole a una formalidad, porque esos indultos fueron una “informalidad” por parte de las autoridades.

Entonces: ¡formalidad contra la informalidad!!! Bien por ustedes. El indulto es un mecanismo que invade la competencia judicial y desautoriza la imparcialidad y la justicia en general. Ahora bien, ya que la figura existe en nuestro ordenamiento, deben ser respetadas las condiciones impuestas por los legisladores para conceder este “perdón”.

Es necesario que nos unamos a esta iniciativa y le demos seguimiento al curso de este recurso, ya que las autoridades correspondientes DEBEN pronunciarse al respecto. No queremos otra decisión “si pero no”. No nos queden mal esta vez. ¡Crucemos los dedos para que todo salga bien!

Aboguemos por un país donde el “check and balance” se lleve a cabo; donde un poder no intimide o amenace a otro poder; un país donde la separación de poderes sea real y no una artimaña escondida. Organizaciones y movimientos de la sociedad civil, empujen este proceso y movilicen a la población para que se sumen. Agotados los recursos locales y sin conseguir respuesta, propongo que se eleve a nivel internacional.

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