lunes, 27 de abril de 2009

Si ellas supieran


Por: Millizen Uribe

Si Mary Wollstonecraft, la filósofa y escritora británica del siglo XVIII, autora de la Vindicación de los derechos de la mujer, en la cual argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores a los hombres, sino que tan sólo pueden parecerlo debido a que no han tenido acceso a la educación apropiada, supiera…

Si la escritora francesa Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), quien defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en el derecho al voto, en el acceso al trabajo, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer y controlar propiedades, a formar parte del ejército, a la igualdad fiscal, a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico, supiera….

Si Rosa Luxemburgo, la teórica marxista de origen judío, quien pronunciará decenas de discursos a favor de la libertad, supiera..

Si Marie Curie, la química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa, pionera en el campo de la radiactividad, primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París, supiera...

Si Minerva Mirabal, formadora del Movimiento 14 de junio y quien luchó contra uno de los más grandes dictadores de América: Rafael Leonidas Trujillo, supiera…

Si Abigail Mejía, narradora, crítica literaria y educadora, una de las pioneras en el feminismo dominicano y quien se dedicó a la formación de las mujeres de los sectores pobres del país, supiera…

Si todas ellas supieran que después de que arriesgaron y ofrecieron sus vidas en la defensa de los derechos de las mujeres, hoy día son criticadas por las mismas mujeres quienes temen ser llamadas “feministas”.

Si ellas supieran que el sistema político ha manipulado y le ha hecho una contra propaganda tan fuerte al feminismo, que actualmente lejos de significar: un “movimiento que aboga por la defensa de los derechos de la mujer”, ha pasado a ser para muchos: un “movimiento de lesbianas, de mujeres agresivas, de libertinas, de desalmadas…”.

Si ellas supieran que jerarcas de la iglesia, politiqueros y abogados todavía se creen con derecho a decidir sobre el cuerpo de la mujer.

Si ellas supieran que todavía en cinco países del mundo: República Dominicana, El Salvador, Honduras, Chile, Filipinas, Somalia, Andorra, Vaticano, Malta, Luxemburgo e Irlanda no se permite el aborto, obligando a una mujer a tener un hijo sin importar si es producto de una violación, si el feto pone en peligro su vida o si este viene mal formado.

Si ellas supieran que ser una mujer independiente, estudiada, con una buena posición laboral, segura de si misma y conocedora y defensora de sus derechos le baja el “rating” frente a los hombres.

Si todas estas valiosas mujeres supieran que, aunque para algunos y algunas su causa parece perdida, todavía su ejemplo de vida es fuente de inspiración para muchas mujeres y hombres.

24 de abril de 1965


Por: Guillermo Peña Capellán

El recientemente fallecido general Elías Wesin y Wesin fue uno de los que lideraba la facción de las Fuerzas Armadas que produjo el Golpe de Estado al primer presidente democráticamente electo, profesor Juan Bosch. Así le comenté al vigilante de mi casa ésta mañana ante su pregunta de quien era él.

A pesar de que lamenté su muerte como igual hubiese lamentado la de cualquier otro ser humano, incluyendo los miles de jóvenes que asesinaron por haber cometido el delito de reclamar la vuelta a la constitución de 1963. No podía decirle lo contrario, porque no me iba a engañar a mí mismo, diciéndole lo que no creía.

Es justo decir que aquel episodio histórico fue lo que provocó la gesta del 24 de Abril de 1965. Y es que, el profesor Juan Bosch, apenas siete meses de haberse juramentado como primer presidente constitucional de la República Dominicana, (tras los 30 años de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo), fue derrocado porque impulsó la constitución de 1963, considerada por muchos como la más liberal de América Latina.

Para que no siga ocurriendo lo que me comentó el vigilante de mi casa, sería bueno que le pongamos nombres y apellidos a los hombres y mujeres de Abril de 1965. Recordemos que Abril de 1965 es Juan Bosch, Yolanda Guzmán, José Francisco Peña Gómez, Hilda Gautreau, Francisco Alberto Caamaño, Piki Lora, Rafael Fernández Domínguez, y muchos más.

Valoremos aquella proeza histórica como un ejemplo de que cuando un pueblo decide ser el artífice de su destino no hay fuerza que lo detenga. Pensemos que valió la pena la lucha, porque si hoy tenemos ciertos avances democráticos, se lo debemos ciertamente, a la su sangre, sudor y lágrimas que derramaron por la Patria.

Me toca hablar sobre el artículo 30


Por: Crystal Fiallo

En el Congreso Dominicano, en manos de la asamblea nacional, reposa el tan controversial proyecto de Reforma Constitucional propuesto por el Poder Ejecutivo. Nuestros legisladores están en la fase de discutir, aprobar o rechazar el articulado de dicho proyecto a través del sistema de votación.

Le tocó el turno al artículo 30 y salió airoso de ese salón de asamblea que tanta historia conserva en sus paredes. ¿Es culpa del congreso en su totalidad o de los partidos políticos? Antes de contestar esa pregunta déjenme desahogarme: QUE IMPOTENCIA TAN GRANDE sentí cuando supe el resultado de la votación: aprobado el artículo 30 que establece lo siguiente: Artículo 30.

El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte.

Es necesario dejar claro que el deseo de las organizaciones, legisladores/as y ciudadanos particulares que estaban en contra de este artículo era despenalizar el aborto en los casos de riesgo de vida de la madre y por violación sexual, causas que la mayoría de los países del mundo han aprobado en sus legislaciones.

Los invito a revisar el informe de las politicas de aborto 2008 de las Naciones Unidas que claramente demuestra lo antes dicho.

Mi impotencia me llevó a darle seguimiento a todo lo que los medios de comunicación y organizaciones expresaban, asi como también identificar cuáles legisladores y legisladoras apoyaron o rechazaron la moción.

El congreso NO es una vergüenza: ese día se demostró que allí trabajan congresistas conscientes, sensibles y realistas sobre el impacto del aborto inseguro en la República Dominicana. Contestando mi pregunta de más arriba aprovecho para pedirle a mis muy buenas amigas y amigos que hoy alzan sus voces con toda la razón en sus espaldas, a que no apunten al congreso como un todo: apunten a los partidos políticos que demostraron ser siervos de sus votos y no de ninguna religión como muchos han querido expresar. ¡Se salieron con la suya!

Debemos reconocer la labor de aquellos legisladores que sí decidieron apoyar a las mujeres que viven esa agonía de manera clandestina y que sus vidas estuvieron en peligro o que simplemente hoy no pueden leer este artículo que les dedico desde el fondo de mi alma. Es que much@s no entienden la magnitud de este asunto; podría decir que ni los mismos legisladores (una gran parte) comprenden el atraso que esto representa para la ciudadanía y organizaciones que llevan años luchando en esa batalla.

Solo una mujer es capaz de sentir lo que se siente que estén negociando con su cuerpo, pero cualquier persona entiende lo que es negociar y violar derechos inherentes a los seres humanos: eso fue lo que ocurrió esa noche del martes 21 de abril del año 2009. Me pregunto: ¿y ahora qué? Enfrentar a una sociedad política que no quiere entender las consecuencias del aborto inseguro; que no quiere leer las cifras de muertes maternas; que no quiere escuchar las historias tétricas de las niñas violadas por sus propios familiares…

Enfrentar a una sociedad que prefiere ver morir a una mujer antes de salvarle la vida, es una lucha que no todos pueden lidiar. Si al menos se promovieran medidas alternativas que dejaran entrever rayitos de esperanzas y soluciones tangibles, tales como: centros de adopción, educación sexual a todos los niveles, campañas de prevención y anticoncepción, etcetera, etecetera… Pero no; esta aprobación es un salto al vacio y la atadura de una banda negra en los ojos de la ciudadnía.

Aquí les cuento la fotografía de mi adolescencia: Mi madre, una tremenda mujer que es responsable de todo mi ser y de mi hacer, desde que pude ser capaz de digerir información formativa, nos habló con mucha naturalidad sobre la sexualidad, los órganos reproductivos, la homosexualidad, la anticoncepción, e incluso hasta sobre negociación con un agresor sexual. Siempre fue tan natural que cuando crecí me tocó romper el silencio en todos los salones de clases sobre temas que tenían que ver con formación sexual.

Claro está, en una sociedad que pretende ser “conservadora” esa actitud de apertura y casi cero tabúes, rompió esquemas y generó controversias. Debido a esta “escuelita parental improvisada” mis compañeras de clases se refugiaron muchas tardes en la terraza de mi casa a escuchar a papá y a mamá hablando con ellas como si fueran pares, y tomando notas de lo que NO podían escuchar en una tarde familiar en las salas de sus casas o una mañana en los salones de clases.

Fueron pasando los años y pude observar y vivir desde muy cerca casos tétricos de compañeras, no solo abusadas y manipuladas por sus parejas, sino también desangradas en sus habitaciones, apenas sosteniendo el último suspiro, luego de inventar con remedios caseros para interrumpir el embarazo; evitando el rechazo social o familiar.

En esta anécdota fueron mis amigas las protagonistas: mañana, pueden ser sus hijas, nietas, sobrinas. Tocar de cerca sus historias y llevarlas de la mano en su proceso de frustración, decepción, desesperación y soledad, fue la inspiración, para quien escribe, de formar parte de la lucha contra la indiferencia, el silencio y la hipocresía que radica en la isla que más amo y que no dejaré de limar mientras pueda.

El tema de la sexualidad y de lo activa que están las nuevas generaciones es una realidad; no podemos seguir silenciando el tema si queremos evitar los abortos innecesarios y prevenir la irresponsabilidad. Ahora bien, la interrupción del embarazo en caso de violación y para salvar la vida de la mujer NO DEBE SER TEMA DE DISCUSION. Como diría un buen dominicano: eso se cae de la mata. Víctimas siguen llenando las salas de los hospitales que practican los abortos de manera ilegal o simplemente utilizan las perchas para perforar sus vientres y eliminar el recuerdo de una agresión.

No hay manera de justificar la actuación indolente de esos partidos. “Toy quilla” con los partidos e indignada como mujer, como ciudadana y como ser humano. Esto es una muestra más de que la sociedad civil está subordinada al estado y a los partidos políticos, y que a nuestras voces todavía le falta volumen. Piso el artículo 30, lo estrujo, lo muerdo, lo rompo, y después lo echo a la basura para no ensuciar mis hermosas calles con tan horrendo desecho.

viernes, 24 de abril de 2009

Las burbujas de seudoempresarios


Por: Guillermo Peña Capellán

La propuesta de reducir los derechos laborales de los trabajadores que expusiera Marisol Vicens, presidenta de la Confederación Patronal Dominicana (Copardom), me irrito y decepcionó mucho. No por venir de los sectores a quienes representa, sino por ser ella quien la expresara.

Solamente en las burbujas de seudoempresarios, les cabe la idea de que deben salir perjudicados los que menos tienen, en una crisis provocada por los que siempre han tenido mucho.

No sé si fue que los empresarios firmantes perdieron el olfato político y social de la realidad que vive el país hoy en día, o si quizás se llevaron del impulso y la sed insaciable de tener más y más.

Lo que si muchos nos preguntamos es dónde quedó el concepto de Responsabilidad Social Empresarial que algunos predican al proponer semejantes barbaridades.

Si bien el costo laboral en aquellos países es menor, no podemos comparar los salarios que se pagan allá con los de aquí. El costo de la vida en nuestro país es mucho mayor comparado al ingreso per capita de un trabajador brasilero o colombiano. Cubrir la canasta familiar es un lujo que se dan algunos empleados dominicanos.

Además, ¿Quién les dijo que por el hecho de que en otros países estén explotando a los trabajadores nosotros tenemos que hacer lo mismo?

Todo parece indicar que esa propuesta no pasó por las manos de un abogado, porque es harto conocido el adagio jurídico que expresa “la ley sólo dispone y se aplica para el porvenir”. Es decir, los derechos ya adquiridos no pueden ser quebrantados por una nueva ley. Eso implica un retroceso.

Es justo que paguen la crisis los que más tienen y que la austeridad que tanto reclaman del gobierno ellos mismos se la apliquen reduciéndose sus lujosos salarios y estandarizando los de sus trabajadores, innovando con nuevas tecnologías en sus empresas e invirtiendo en educación para con sus empleados, así si se crea competitividad.

Derecho a decidir


Por: Millizen Uribe

Una vez más religiosos, médicos, abogados, personas particulares, conservadores todos, doble moral algunos, se sienten con capacidad para decidir si María, la niña de 11 años que fue violada por su padre y que ahora embarazada, se debate entre la vida y la muerte debe morir por un hijo que ella no pidió, de un hombre que no amó.

Decidir si Ana, la ingenua nena de 15 años, a quien nunca se le habló de educación sexual, pues sus padres no tuvieron tiempo y en la escuela no se tocó el tema (ya que la Santa Iglesia se opuso) y quien dio a su novio una “prueba de amor” debe dar su vida por lo que crece dentro de ella, algo que todavía ella misma no entiende.

Decidir si Josefina y Manuel, dos amantes apasionados, que decidieron casarse dentro de dos años, plazo que consideraron prudente para que Josefina termine su universidad y Manuel puede ahorrar para ambos tener una casita decente y un hijo que no pase hambre (algo elemental en este país), deben adelantar todos sus planes, corriendo el riesgo de pasar trabajo, pues el condón se rompió y no se ve bien que usen la pastilla del día después.

Decidir si Víctor José un estudiante meritorio que mediante una beca desarrolla un postgrado en Inglaterra, y quien vino al país sólo por unas semanas a celebrar unas breves vacaciones, debe dejar sus años de estudios perdidos para hacerse cargo del hijo que tendrá la “puta” de la Duarte que embarazó en una noche de tragos pues según su cultura machista: “Los hombres no necesitan protegerse”.

Decidir si Juanita debe tener un hijo odiado al que independientemente de su instinto maternal odiará, pues cada vez que lo vea recordará el peor momento de su vida: cuando su propio hermano la violó.

Decidir ellos las circunstancias y el rumbo de la vida de estas y millones de mujeres más. Decidir ellos, 98 años después del primer 8 de marzo.

Decidir ellos después que Mary Wollstonecraft escribió la “Vindicación de los derechos de la mujer”, de que Olympe de Gouges hizo la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”, de que Simone de Beauvoir mezcló la filosofía existencialista con el feminismo y de que Rosa Luxemburgo pronunciará decenas de discursos a favor de la libertad.


Decidir ellos después de que Marie Curie se convirtiera en la pionera en el campo de la radiactividad, la primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París y después de que Minerva Mirabal formó el 14 de junio para luchar contra uno de los más grandes dictadores de América: Rafael Leonidas Trujillo.

Y es que años después de la liberación femenina, de la incorporación de la mujer al mundo laboral, a la político, a lo social y a lo académico ellos quieren seguir decidiendo cómo nosotras debemos vivir nuestras vidas.

Y años y años después estamos en el deber de nueva vez luchar, acompañadas en el camino por esos hombres conscientes y respetuosos, y luchar, una y mil veces más por cada uno de nuestros derechos, entre ellos el elemental derecho a decidir cuándo y cómo ser madre.

jueves, 9 de abril de 2009

Constitución y juventudes


Por: Guillermo Peña Capellán

En el proyecto de nueva constitución, el artículo 45 consagra que, los derechos de los niños, niñas y adolescentes prevalecen sobre los adultos; pero no hace mención alguna sobre los derechos de la juventud. Por ello, el Colectivo Latinoamericano de Jóvenes y Toy Jarto, pero creo en mi país; redactamos una propuesta de inclusión de los derechos de la juventud dominicana.

Hoy no podemos hablar de una sola juventud sino de juventudes, debido al carácter de diversidad e intereses en los y las jóvenes según su entorno.

Los jóvenes representamos aproximadamente el 38% de la población dominicana según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), y en términos de participación política, entre 18 y 35 años somos el 56% de la población electoralmente activa.

Además, recordemos que el Congreso Nacional, en el año 2005 ratifico la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes, comprometiéndose a adoptar medidas de derecho interno para promover y legislar sobre estos derechos respecto a los jóvenes.

Exigimos que se reconozcan los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de las y los jóvenes de nuestro país. Queremos que el Estado dominicano garantice el cumplimiento de una política de juventud integral, con un enfoque de género y derechos humanos.

Por otro lado, reclamamos que el requisito de edad para ser Presidente de la República se quede como estaba redactado en la constitución vigente. No entendemos cual es el propósito de aumentar el requisito de 30 a 35 años de edad.

Nuestros legisladores tienes la propuesta en sus manos. Esperamos que la consideren. La juventud dominicana estará atenta.