viernes, 19 de febrero de 2010

“Hazte pipi en las drogas”


Por: José Carlos Nazario

Convertir un problema social y de políticas públicas en un asunto de carácter moral nunca ha sido buen camino. Habrá surtido efectos importantes en la construcción de liderazgos demagógicos y en la movilización de recursos (casi siempre mal empleados). Pero, a la larga, los resultados son difusos, cuando no erráticos.

Así ha sido el caso de la lucha contra el narcotráfico, que sustituyó el discurso hegemónico contra el “peligro comunista”. Un tema viejo como el de la droga pasó a ser dominante en las agendas de la región y se convirtió además en la excusa perfecta para todo tipo de intervenciones, nacionales y extranjeras.

Todos recordamos el spot publicitario de los años noventa en el que un niño orinaba en un baño público junto al slogan que lleva de título esta entrega. Fue una buena campaña de prevención. Sin embargo, antes y después de esta, se han sucedido miles de redadas barriales, enfrentamientos de las autoridades con narcotraficantes y luchas entre las mafias por el control de los puestos de distribución y venta.

La cultura de violencia generada en los lugares donde operan tanto autoridades como sujetos al margen de la ley, ha generado estragos importantes en la psiquis social de dominicanos y dominicanas.

Es difícil, en un Estado con las condiciones del nuestro, en un sistema que cierra las puertas a la pobreza dejando a la juventud en un callejón sin salidas, no pensar en la triste salida del delito. Sobre todo cuando es tan apetecible desde el punto de vista de su efectividad. Porque quien lo niega está ciego: el narcotráfico y la política, en nuestro país, son los caminos más cortos hacia la abundancia.

Ante esta situación de deterioro social y con un modelo vigente que no tiende a crear condiciones para contrarrestar la realidad imperante, por qué alarmarse tanto con una propuesta de discusión. Por qué volverse locos ante la disposición a dar salida a un escenario que cada día empeora. La lucha contra el narco ha fracasado. El gasto en armamentos y preparación de fuerzas especiales puede ser convertido en inversión para la prevención y ayuda al adicto, que es un enfermo. Planteárselo, discutirlo al menos, a no ser que afecte negocios privados de quienes forman parte del debate, no es tan descabellado.
La herejía de tan sólo proponer como tema la despenalización de las drogas es ya un paso de avance. Sin embargo hace falta poner los sesos, los números y la política donde va el Estado y la moral (sincera o no) donde va lo privado. Mientras nos decidimos, miles de inocentes pagamos diariamente el precio de la cultura de violencia. Mientras nos negamos al debate, cientos de jóvenes hipotecan su vida y la pierden en las calles.

1 comentario:

  1. Buen Dia Sr. Guillermo,

    Recuerda usted algo mas de esta campaña? Que agencia la realizo ?? o sabe usted quien pueda darme informacion de la misma.

    Saludos.Gracias

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