miércoles, 27 de febrero de 2013

Puntualizaciones del discurso presidencial

POR: GUILLERMO PEÑA CAPELLÁN

En sentido general el discurso del presidente Danilo Medina fue emotivo y lleno de promesas por cumplir. El texto reitera el enfoque social en educación que da prioridad a la gente por encima de grandes obras de infraestructura, pero no rinde cuentas sobre el déficit fiscal y la situación actual de las finanzas públicas en materia de endeudamiento externo e interno.

Educación.
El programa “Quisqueya Aprende Contigo” que busca alfabetizar a más de 850 mil dominicanos ha sido una iniciativa del gobierno muy aplaudida, al igual que el cumplimiento del 4% del PIB para la educación. Ahora bien, es importante subrayar que esto último se logró por la gran movilización ciudadana por el cumplimiento de la Ley General de Educación.

El presidente al referirse de la tanda extendida dice que ya han incorporado más de 33 mil estudiantes, y a esto hay que sumarle la construcción de 10 mil aulas con cocinas y comedores que ya han iniciado a edificarse mediante un sorteo público de las obras. Estos aspectos positivos alientan el desarrollo del sector educativo.

La promesa de un Plan Nacional para la cobertura y protección de la infancia de 0 a 5 años es un reto que junto a otras iniciativas importantes demuestran que en el tema educativo el presidente tiene voluntad política, sin embargo hay que señalar su silencio respecto del aumento de los salarios a los profesores.

Barrick Gold.
La sorpresa y el golpe de efecto fue abordar el tema Barrick Gold con palabras fuertes y valientes que tienen como propósito obligar a la empresa minera a renegociar los términos fiscales del contrato o de lo contrario será obligada a pagar nuevos impuestos mediante una posible ley que establecerá un impuesto sobre los ingresos inesperados de las empresas exportadoras de minerales, el cual gravará el excedente entre el valor de las exportaciones de minerales a los precios en el momento en que se realicen las mismas y el precio de referencia de cada mineral Este anuncio generó muchos aplausos, incluyendo loas de legisladores del PLD, PRD y PRSC que aprobaron el contrato de manera irresponsable y descarada. 

Seguridad Ciudadana.
En este tema el presidente se quedó corto. Se limitó a anunciar un Plan de Seguridad Ciudadana  que será detallado en la segunda semana de marzo y criticó el anterior plan por no obtener los resultados esperados. Parece que pretende presentar este plan con bombos y platillos para ganar el favor popular.

Economía.
Es muy temprano para evaluar la política monetaria y financiera de su gestión.  En el discurso reiteró el crecimiento económico del PIB cercano a un 4% del gobierno anterior y la baja tasa de inflación, pero todos sabemos que eso no se traduce en desarrollo humano y mejora de la calidad de vida de la gente si no hay políticas sociales concretas que fomenten distribución de las riquezas.

La primera señal de que nuestra economía no va bien fue la puesta en marcha de una Reforma Tributaria para cubrir deudas. El silencio del presidente respecto al endeudamiento externo con los bonos soberanos ya tomados, el descenso de los ingresos recibidos por las remesas, el poco crecimiento de los sectores productivos y el déficit interno en los ingresos públicos refleja que todavía faltan políticas económicas más contundentes que fomenten la creación de nuevos y mejores empleos.

Corrupción e impunidad.
Como era de esperarse el gran ausente fue el tema de la transparencia. Se limitó a mencionar la corrupción en el robo energía eléctrica, haciendo caso omiso a las denuncias de corrupción del gobierno anterior. Con esto  el presidente demuestra complicidad y poca voluntad política para enfrentar uno de los principales problemas de la Administración Pública.

La sociedad dominicana todavía cree en la palabra del presidente como han señalado varios estudios. Hay algunos hechos que demuestran que tiene un estilo diferente, la comunicación política y el marketing han ayudado mucho a su imagen  pero es pertinente recordarle que la luna de miel termina con el tiempo si no hay políticas públicas concretas que mejoren la economía personal de la gente.