martes, 1 de abril de 2008

La importancia de la incidencia política

Por: Crystal Fiallo

Una manera inteligente de operar por parte de las organizaciones de la Sociedad Civil es conocer ampliamente sobre el tema de incidencia política. Este tópico representa una de las armas fundamentales que debe poseer toda entidad no gubernamental, sea organizada o desorganizada, que pretenda participar de manera activa en la creación o modificación de las tan mencionadas “Políticas Públicas”, las PP.

Y, ¿qué son las Políticas Públicas? Estas son parte de la disciplina de las Ciencias Políticas y tiene como finalidad estudiar el comportamiento de los gobiernos, tanto locales como centrales, abarcando el análisis de sus decisiones, participación y apego a las producciones legislativas de los congresos.


Esa es la disciplina, pero cuando se habla de crear o adoptar políticas públicas, se refiere a medidas o acciones gubernamentales, consensuadas con los distintos espacios de la sociedad, que persiguen responder a necesidades presentes según las leyes y/o circunstancia nacional: se busca el cambio de una realidad muchas veces inminente.


Subrayo un aspecto sumamente importante sobre este tema: las políticas públicas deben ser el reflejo de las leyes y/o de las disposiciones de las instancias competentes para emitir normas regulatorias, de no ser así, dichas políticas no entrarían dentro del marco de la legalidad. Para entrar al tema de incidencia se hizo necesario tocar el concepto de las PP inicialmente.


La guía ciudadana Salvadoreña denominada “Incidencia Política en La Asamblea Legislativa: Una Guía Ciudadana” (asequible online) dispone que la incidencia política envuelve un conjunto de acciones estratégicas dirigidas hacia instancias gubernamentales y que conducen a la creación de políticas públicas, modificación o para el mejoramiento de su aplicación.
Sinónimo de incidir es influir. Por lo que cuando incidimos, influimos.


Es necesario colocarle apellido a las incidencias ya que, la incidencia política busca respuesta del gobierno, a diferencia de otras incidencias que pueden ser de carácter social, legislativa, de mercado, etc.


Los pasos fundamentales para la efectividad de la incidencia política empiezan con la definición de estos aspectos: Paso 1 ¿qué es lo que perseguimos? ¿Cuáles son nuestros objetivos? De esta forma identificamos el problema y conocemos sobre sus distintas manifestaciones en la sociedad y cuáles serían las vertientes de interés de nuestra organización.


El 2do paso sería la determinación de la posible solución o soluciones que se desean alcanzar: propuestas, borradores, proyectos, anteproyectos, etc. El 3er paso sería rastrear la entidad gubernamental competente para tomar decisiones sobre el tema (ojo con este paso ya que muchas acciones de la sociedad civil se quedan en puros manifiestos entregados en manos incorrectas).


Luego o durante estos 3 pasos antes mencionados debemos proceder a identificar aliados y oponentes de nuestra iniciativa o acción y, por último, pero no menos importante, la determinación de estrategias que facilitarán el camino: tácticas de guerra.


PENDIENTE: Debemos conocer a todos/as estos actores antes mencionados: autoridades, aliados, contrapartes; también conocer cuáles otras entidades persiguen nuestro objetivo de manera que podamos obtener una alianza con las mismas y así ganar más fuerza en nuestras voces.


Otros aspectos claves para una provechosa incidencia política son: la investigación a fondo sobre el tema que se persigue (los expertos se hacen en la medida de que no se les sacie su hambre de aprender), capacitación de los/as actores involucrados en la acción (todos los miembros de las organizaciones deben estar al tanto de lo que ocurra y entender sus consecuencias), poseer interlocutores idóneos para negociar con los tomadores de decisiones y, algo muy importante para la investigación, conocer cuáles espacios nos pueden brindar las informaciones necesarias o incluso constantes: responsables de acceso a la información, departamentos de servicios ciudadanos, secretarías, bibliotecas, Archivo General de la Nación, etc, etc.


Una recomendación que entiendo de suma utilidad para todas las entidades de la sociedad civil es que, una vez identificada la instancia competente para tratar el asunto en cuestión, se conozca de su estructura orgánica para saber a que departamento dirigirse durante las diferentes etapas de la incidencia.


Ejemplo: un anteproyecto de Ley: dónde se introduce, cuándo se conoce, dónde lo envían una vez aprobado; cuál comisión lo estudia; quién firma, etc. De esta manera se puede hacer el cabildeo o lobby, que no es más que una de las etapas de la incidencia, a diferencia de lo que muchos/as piensan.


La organización (capacidad de movilización, cantidad de individuos involucrados, manejo del tema, funciones definidas, roles) y la comunicación son herramientas tanto para la difusión (nacional o local) como para despertar el respeto y admiración necesarios para la incidencia.


Una vez se manejen correctamente estas herramientas, estos pasos y demás consejos requetehablados por expertos, las organizaciones se encontrarían empoderadas y preparadas para influir en cualquier institución o poder del Estado.


No vayan a creer que la incidencia política solo puede ser utilizada por los bloques partidarios, alianzas rosadas, grupos religiosos, feministas, doctores, profesores, etc, etc. Todo el tema de la incidencia es un arma poderosa que nos beneficia en todos los sentidos habidos y por haber. En virtud de esto les dejo esta frase que me mandó mi querido tío José Antinoe y que sé les retumbará un poco (al menos lo hizo conmigo):


“… Todos los dominicanos serán políticos… aún más todos querrán ser políticos, porque… ser político no significará ser empleado público… Tomar participación de los destinos del país” (Moisés García Mella, 1914).

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