martes, 6 de junio de 2017

Odebrecht: PLD, PRM y corrupción


Por: Guillermo Peña Capellán

El Movimiento Verde y la presión de organismos internacionales han logrado que el Ministerio Público dominicano ponga la acción penal en movimiento contra relevantes ex-funcionarios y legisladores mencionados en el caso Odebrecht por aceptar sobornos.

La clase política dominicana está involucrada en la corrupción transnacional de esta empresa conforme denuncia el Ministerio Público. Como podemos ver en este caso no solamente está involucrado el partido de gobierno, PLD, sino también la principal fuerza de oposición PRM. Esta es sin lugar a dudas una muestra más que evidente de como la partidocracia dominicana es corrupta hasta los tuétanos.

El Ministerio Público y el juez Francisco Ortega tienen el reto y la oportunidad histórica de sentar un precedente contra la corrupción en el país para recuperar la confianza en el sistema de justicia.

Ahora bien, si bien es cierto que el país espera justicia, no menos cierto es que el populismo penal no puede ir en desmedro del debido proceso. El Ministerio Público debe presentar las pruebas que demuestren la culpabilidad de los imputados y el Tribunal está en la obligación de fallar conforme al derecho.

La pregunta que muchos nos hacemos es si solamente el Ministerio Público va a procesar a estos imputados o si incluirán a nuevos imputados. Y es que  contrario a lo que dijo el Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, la ciudadanía no cree que ahí están todos los que son ni son todos los que están.

Las investigaciones realizadas por el Ministerio Público de Brasil, el Departamento de Estado de Justicia de los Estados Unidos y la Procuraduría General de Suiza, han sido claves para lograr que la empresa Odebrecht reconociera que del 2001 al 2014, Odebrecht había realizado pagos en República Dominicana y otros países de Latinoamérica con el fin de lograr contratos para la construcción de obras de infraestructura.

El caso Odebrecht no va a terminar con la impunidad reinante en el país desde hace siglos, pero si puede ser el inicio de una ola creciente de ciudadanía que demande el fin de la impunidad contra toda la partidocracia corrupta y su élite empresarial.

Para lograr una verdadera justicia es importante sancionar a las empresas que estuvieron vinculadas en este entramado de corrupción. La empresa Odebrecht y sus socios locales no deberían quedar impunes. Tal como establece la Ley No. 340-06 sobre Compras y Contrataciones, es imperativo que los contratos que tienen Odebrecht y sus empresas socias locales sean cancelados y que no se le permita operar de nuevo en el país.

Independientemente de quienes sean condenados lo que la ciudadanía consciente debe concluir de este caso es que no debe seguir votando por corruptos de ningún partido.


Parafraseando a Einstein, “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo” (o votamos por los mismos). Vivir algún día en una real democracia, que tenga como pilar la transparencia y se respeten los derechos humanos depende de no votar por la partidocracia corrupta. 

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