jueves, 7 de octubre de 2010

¿Se esfumó el ideal de justicia?


Por: Guillermo Peña Capellán

La justicia es la concepción que cada persona tiene sobre lo que es justo. Con la justicia se busca la armonía y la convivencia civilizada. Es representada gráficamente por una diosa que tiene una venda en los ojos, la diosa “Themis”.

El ideal de justicia en el Derecho se ha dejado a un lado para asumir la postura iuspositivista que le da primacía a la ley por encima de la justicia. La máxima expresión de los iuspositivistas es que “Dura es la ley pero es la ley”.

No toda ley es justa ni todo lo que es justo está plasmado en una ley. La justicia y la ley no siempre van de la mano porque las leyes son elaboradas por legisladores y especialistas que no siempre razonan el concepto de justicia o simplemente responden a intereses grupales o individuales, a los que poco les importa el ideal de justicia.

Platón y Karl Popper difieren con el concepto de justicia. Platón considera justo el privilegio de clase y Popper entiende que si hay privilegios pues no hay justicia; que debe haber cierta clase de igualdad en el tratamiento de los individuos.

Hay quienes entienden que la justicia más que un valor o una virtud subjetiva, es el fin del Derecho. Ulpiano definió la justicia como “la constante perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho" y Bobbio entiende que “todo derecho es justo y si no es justo no es derecho”

Partiendo de lo anteriormente dicho por Platón, Popper, Ulpiano y Bobbio; analicemos 2 premisas. La primera premisa es que la justicia es darle a cada quien lo que en derecho le pertenece, y la segunda que la justicia es darle a cada quien lo que se merece.

Si aceptamos la primera premisa entonces tenemos que retrotraernos a por qué una persona tiene ese derecho a diferencia de la otra que no lo tiene. Pudiera ser que ese derecho que le pertenece sea injusto porque lo ha obtenido de manera fraudulenta o privilegiada y entonces lo que llamamos derecho más bien fue un privilegio o una sagacidad que tuvo al tener la información o el conocimiento que la otra persona no obtuvo. Y si aceptamos la segunda premisa de darle lo que se merece a cada quién, entonces tenemos que retrotraernos a si en verdad somos justos al juzgar si se merece eso, aquella persona que actúa de tal forma porque simplemente le faltó la educación en valores y el conocimiento que sí obtuvo la otra.

Hoy en día para resolver esta problemática se habla de igualdad de oportunidades. Esto es que todas las personas tengan las mismas posibilidades de superación y que simplemente decidan lo que quieran ser en su vida. Porque es lógico pensar que si una persona no tuvo la oportunidad de adquirir importantes conocimientos y educación en valores, pues no puede ser igual que una que sí lo obtuvo.

Lo cierto es que quienes se definen estrictamente como iusnaturalistas pueden cometer el error de por íntima convicción violar las normas del debido proceso y condenar con pruebas obtenidas de manera ilegal. En cambio, quienes se definen estrictamente como iuspositivistas cierran las puertas a la justicia cuando afirman que “Dura es la ley pero es la ley”.

Si al final tuviere que fijar una postura me quedaría con la de Montesquieu, quien expresó una vez: “Que una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa”.

Imagen: http://www.extendiendoelreino.com/img/justicia.jpg

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