lunes, 5 de noviembre de 2007

El diluvio de Noel


Por: Guillermo Peña Capellán

La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) no actuó con la agilidad que se amerita en éstos casos. Sin lugar a dudas, en el diluvio de Noel pudieron evitarse muchas muertes y pérdidas materiales con simples alertas y medidas de prevención.

Dios le aviso con tiempo a Noé que ocurriría un diluvio, aquí no fue suficiente toda una Comisión Nacional de Emergencia, con expertos meteorólogos que tienen la tecnología adecuada para localizar fenómenos atmosféricos, y si no la tienen se la proporciona el Centro Nacional de Huracanes de Miami.

La tragedia causada por la tormenta tropical Noel en República Dominicana y lo que posteriormente ocurrió en Tabasco, México, se pudo evitar con medidas relativamente sencillas y fáciles de aplicar, afirmó Silvano Briceño, director de la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Es vergonzoso que ni en medio de una tragedia como ésta, los partidos políticos cesen de aprovecharse de la ignorancia del pueblo dominicano. Es una desfachatez dar funditas con caras de candidatos pintadas y slogan políticos. Peor aún es que diversos supermercados de la capital subieron los precios de los alimentos de consumo masivo, según afirma un artículo de Clave Digital.

La tormenta Noel sorprendió a la población dominicana la madrugada del lunes. Las inundaciones provocadas por las lluvias que trajo el diluvio de Noel han dejado un saldo de 85 muertos, y todavía hay unas 137 comunidades incomunicadas según cifras oficiales, aunque por deducción lógica sabemos que la cifra es mayor.

Por primera vez en la historia de nuestro país, se suspende para el 6 de Noviembre la conmemoración del 163 aniversario de la proclamación de nuestra Primera Constitución Dominicana. Precisamente, es en San Cristóbal, provincia enormemente afectada por el paso de Noel, donde se leyó por primera vez nuestra Carta Magna. Por ello, es correcta la suspensión de la conmemoración, por la negligencia de las autoridades, al no preservar a los dominicanos y dominicanas, el fundamental derecho a la vida, consagrado en la constitución dominicana.