Por: Juan Carlos Guerra
Sigo insistiendo. El modelo de “democracia” surgido al finalizar la Revolución de Abril de 1965 colapso, se desplomo, no sirve. La Republica Dominicana debe ser refundada para que instalemos una democracia revolucionaria, participativa y protagónica. Solo sepultando la IV Republica, desterrando la corruptocracia, encarcelando las mafias que tanto daño nos han hecho, podremos colocar a la nación en los rieles del desarrollo equitativo, justo, solidario y sostenible.
Los principales partidos del sistema desafortunadamente se encuentran secuestrados por mafias que los ponen a operar como empresas del mas feroz capitalismo, anulando su función de agencias para el desarrollo, como laboratorios para la construcción de un proyecto de país acorde con el modelo ideológico de cada cual.
Los politiqueros apatridas que nos gastamos nos han robado la Patria, la tienen prisionera, esclavizada en sus fundos para que los haga cada vez mas ricos a costa de una ciudadanía a la que exprimen con altos impuestos, defraudan vilmente cada dos años y no terminan por resolver los grandes problemas nacionales, que son los mismos desde hace cuarenta años.
Con una corruptocracia como sistema político, nuestros partidos secuestrados por mafias enquistadas en su dirección y la Patria sirviéndole a los intereses mas oscuros y perversos del conservadurismo nacional es urgente que la franja liberal, progresista y revolucionaria de la sociedad dominicana se articule en torno a un proyecto de nación que tenga como eje fundamental la refundación del país y la construcción de una nueva Republica Dominicana, la instauración de la V Republica.
Oído al tambor. No hablo aquí de la aglomeración ciudadana en torno a una persona que por su prestigio, honestidad, capacidad o vocación de servicio entendamos que es quien ha de salvar la situación. De lo que se trata es de iniciar desde ya la construcción de un proyecto país en base a una amplia, participativa y verdaderamente democrática discusión entre la huérfana progresia nacional y la sociedad toda.
La espada con la que habremos de acabar con la IV Republica, su corruptocracia y sus mafias partidarias es la Asamblea Constituyente. La nueva Republica Dominicana ha de nacer a partir de esta figura que debe ser electa por voto directo y a través de la presentación de candidaturas uninominales, sin emblemas partidarios que puedan contaminar la elección de los asambleístas. Aunque en honor a la verdad si se establece que los diputados constituyentes no tendrán derecho a sueldo, incentivo, dietas o viáticos, lo mas seguro es que las mafias no intenten meterse allí.
El otro gran soporte de la propuesta para una nueva Republica hecha desde la izquierda dominicana y los progresistas de la nación es la construcción de un nuevo modelo de economía social que promueva la desconcentración de la riqueza, a través de un sistema impositivo que grave la renta e incentive la inversión, promueva el empleo y desincentive la acumulación especulativa de capital.
Se trata pues, de un modelo económico cuyo eje fundamental sea la creación del empleo digno, decente y garantista de los derechos del trabajador. La diversificación de nuestra economía para que dejemos ser solamente una basada en los servicios. Nuestra tierra rodeada de mar debe explotar al máximo la industria pesquera, en pañales actualmente por la miopía de los líderes de la IV Republica. Convertir a la Republica Dominicana en el centro tecnológico de las Américas en el mediano plazo y avanzar en el desarrollo tecnológico de nuestra producción agropecuaria, deben ser las bases de ese nuevo entramado productivo nacional.
La transformación total radical del modelo educativo es y debe ser otro eje de esa gran propuesta. Garantizar la cobertura total de educación publica de calidad, con un modelo que premie la creación de conocimiento e incentive a nuestros estudiantes a desarrollar una capacidad critica de pensamiento y los convierta en ciudadanos conscientes, no en simples acumuladores de títulos, certificaciones y calificaciones. Debemos lograr una propuesta para que la educación deje de ser un negocio.
En el aspecto salud el norte es ir hacia un sistema de cobertura universal en la cual el Estado socialista, de derecho y justicia social de la V Republica garantice que todo ciudadano o ciudadana que acuda a un centro hospitalario tendrá un servicio sanitario gratuito, eficiente, moderno con el uso de la mas alta tecnología. Debemos pasar a un modelo de salud que le de mayor atención a la medicina preventiva y tenga asegurada una medicina curativa de calidad.
Estos son algunos puntos, esenciales desde mi perspectiva, pero no todos seguramente, de lo que debe ser esa gran plataforma de propuestas para la construcción de una nueva Republica Dominicana desde la izquierda hacia el socialismo del siglo XXI. Claro esta, ese proyecto de nación necesita una vía política para la conquista del poder y desde allí lograr su ejecución. Mi visión particular es que esa fuerza ciudadana nacional debe ir al rescate de uno de los principales partidos en el momento que se den las condiciones para ese gran cambio revolucionario.
Claro esta. Es improbable que en el escenario electoral próximo podamos desarrollar esta opción para una nueva Republica. La Feria del Hampa que tendrá lugar el 16 de mayo de 2008 será la puesta en escena de una obra circense en la que sus principales personajes serán lo peor, lo desastroso y lo repugnante.
De Fidel Castro es la frase celebre de la necesidad de una gran batalla de las ideas. Aquí en esta campaña electoral habrá una guerra de papeletas. Una guerra a la que ahora se incorpora un elemento nuevo: el bombardeo monetario, desde los cielos.
Por ahora, nos queda el silencio activo, la reflexión revolucionaria y la articulación sigilosa, pero continua que nos permita hacer realidad la obra truncada de Duarte y los Trinitarios. Nos toca prepararnos para que traigamos en el momento adecuado la espada de Bolívar, con ella ajusticiar a la IV Republica y convertir a Duarte en el partero de la V Republica.
Por ahora, observemos. Por ahora, solo por ahora.
Los principales partidos del sistema desafortunadamente se encuentran secuestrados por mafias que los ponen a operar como empresas del mas feroz capitalismo, anulando su función de agencias para el desarrollo, como laboratorios para la construcción de un proyecto de país acorde con el modelo ideológico de cada cual.
Los politiqueros apatridas que nos gastamos nos han robado la Patria, la tienen prisionera, esclavizada en sus fundos para que los haga cada vez mas ricos a costa de una ciudadanía a la que exprimen con altos impuestos, defraudan vilmente cada dos años y no terminan por resolver los grandes problemas nacionales, que son los mismos desde hace cuarenta años.
Con una corruptocracia como sistema político, nuestros partidos secuestrados por mafias enquistadas en su dirección y la Patria sirviéndole a los intereses mas oscuros y perversos del conservadurismo nacional es urgente que la franja liberal, progresista y revolucionaria de la sociedad dominicana se articule en torno a un proyecto de nación que tenga como eje fundamental la refundación del país y la construcción de una nueva Republica Dominicana, la instauración de la V Republica.
Oído al tambor. No hablo aquí de la aglomeración ciudadana en torno a una persona que por su prestigio, honestidad, capacidad o vocación de servicio entendamos que es quien ha de salvar la situación. De lo que se trata es de iniciar desde ya la construcción de un proyecto país en base a una amplia, participativa y verdaderamente democrática discusión entre la huérfana progresia nacional y la sociedad toda.
La espada con la que habremos de acabar con la IV Republica, su corruptocracia y sus mafias partidarias es la Asamblea Constituyente. La nueva Republica Dominicana ha de nacer a partir de esta figura que debe ser electa por voto directo y a través de la presentación de candidaturas uninominales, sin emblemas partidarios que puedan contaminar la elección de los asambleístas. Aunque en honor a la verdad si se establece que los diputados constituyentes no tendrán derecho a sueldo, incentivo, dietas o viáticos, lo mas seguro es que las mafias no intenten meterse allí.
El otro gran soporte de la propuesta para una nueva Republica hecha desde la izquierda dominicana y los progresistas de la nación es la construcción de un nuevo modelo de economía social que promueva la desconcentración de la riqueza, a través de un sistema impositivo que grave la renta e incentive la inversión, promueva el empleo y desincentive la acumulación especulativa de capital.
Se trata pues, de un modelo económico cuyo eje fundamental sea la creación del empleo digno, decente y garantista de los derechos del trabajador. La diversificación de nuestra economía para que dejemos ser solamente una basada en los servicios. Nuestra tierra rodeada de mar debe explotar al máximo la industria pesquera, en pañales actualmente por la miopía de los líderes de la IV Republica. Convertir a la Republica Dominicana en el centro tecnológico de las Américas en el mediano plazo y avanzar en el desarrollo tecnológico de nuestra producción agropecuaria, deben ser las bases de ese nuevo entramado productivo nacional.
La transformación total radical del modelo educativo es y debe ser otro eje de esa gran propuesta. Garantizar la cobertura total de educación publica de calidad, con un modelo que premie la creación de conocimiento e incentive a nuestros estudiantes a desarrollar una capacidad critica de pensamiento y los convierta en ciudadanos conscientes, no en simples acumuladores de títulos, certificaciones y calificaciones. Debemos lograr una propuesta para que la educación deje de ser un negocio.
En el aspecto salud el norte es ir hacia un sistema de cobertura universal en la cual el Estado socialista, de derecho y justicia social de la V Republica garantice que todo ciudadano o ciudadana que acuda a un centro hospitalario tendrá un servicio sanitario gratuito, eficiente, moderno con el uso de la mas alta tecnología. Debemos pasar a un modelo de salud que le de mayor atención a la medicina preventiva y tenga asegurada una medicina curativa de calidad.
Estos son algunos puntos, esenciales desde mi perspectiva, pero no todos seguramente, de lo que debe ser esa gran plataforma de propuestas para la construcción de una nueva Republica Dominicana desde la izquierda hacia el socialismo del siglo XXI. Claro esta, ese proyecto de nación necesita una vía política para la conquista del poder y desde allí lograr su ejecución. Mi visión particular es que esa fuerza ciudadana nacional debe ir al rescate de uno de los principales partidos en el momento que se den las condiciones para ese gran cambio revolucionario.
Claro esta. Es improbable que en el escenario electoral próximo podamos desarrollar esta opción para una nueva Republica. La Feria del Hampa que tendrá lugar el 16 de mayo de 2008 será la puesta en escena de una obra circense en la que sus principales personajes serán lo peor, lo desastroso y lo repugnante.
De Fidel Castro es la frase celebre de la necesidad de una gran batalla de las ideas. Aquí en esta campaña electoral habrá una guerra de papeletas. Una guerra a la que ahora se incorpora un elemento nuevo: el bombardeo monetario, desde los cielos.
Por ahora, nos queda el silencio activo, la reflexión revolucionaria y la articulación sigilosa, pero continua que nos permita hacer realidad la obra truncada de Duarte y los Trinitarios. Nos toca prepararnos para que traigamos en el momento adecuado la espada de Bolívar, con ella ajusticiar a la IV Republica y convertir a Duarte en el partero de la V Republica.
Por ahora, observemos. Por ahora, solo por ahora.
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