Por: Guillermo Peña Capellán
Cambiar la forma de
hacer política en el país es una necesidad cada vez más urgente si es cierto
que aspiramos a lograr como sociedad un Estado Social y Democrático de Derecho. Los
datos revelados en el Barómetro de las Américas 2012 demuestran la débil democracia
que tenemos y la cultura política clientelista impuesta por los partidos
tradicionales.
El informe da cuenta
del alto nivel de clientelismo político al señalar que un 24% de la población
encuestada reconoce haber recibido una oferta clientelar. Este indicador apunta
que el clientelismo político se ha vuelto una costumbre tan arraigada que ya no
solamente es una práctica de las personas de bajos recursos sino también de
jóvenes de clase media y media baja.
Otros datos
relevantes del Barómetro de las Américas son los siguientes: El 78.1% de los
encuestados percibe que hay corrupción en el país y el 86.3% dice que urge
reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres, sin embargo estos
datos contrastan con el apoyo del 70% de los dominicanos a esta democracia y la
simpatía o pertenencia del 63.4% a los partidos mayoritarios PLD y PRD. La
explicación a esto es la siguiente: Si bien la ciudadanía dominicana sabe que
hay corrupción y desigualdad todavía sigue siendo permisiva con la clase
política que ha causado esto por motivos que se relacionan con el clientelismo
político, la indiferencia, aceptación como una realidad difícil de cambiar, y/o además por el bajo nivel de formación política sobre lo
que debe ser una democracia.
Una muestra de la
poca formación política e ideológica que existe en República Dominicana es que
los dos partidos mayoritarios que dicen ser “revolucionario” (PRD) y de
“liberación nacional” (PLD), los militantes y simpatizantes de este último
según el Barómetro 2013 se definen en un 69% de derecha, y el primero el 52% de
los encuestados dice ser igual de derecha. La pregunta que cae como anillo al
dedo es: ¿Saben los peledeístas y peredeístas encuestados qué es ser de
izquierda o de derecha? La respuesta puede inducirse que no cuando el mismo
Barómetro señala que el 70% de los encuestados apoya esta democracia que ellos
mismos definen como desigual, clientelista y corrupta.
En el sector
justicia los datos no son muy alentadores tampoco. Solo el 42.7% de los encuestados confía en el
Sistema de Justicia. Tras la Policía Nacional y los Partidos políticos, la
justicia dominicana es la tercera institución peor valorada. Las instituciones
mejores valoradas siguen siendo las Iglesias y los Medios de Comunicación. Respecto
al combate a las drogas es sorprendente el dato de que en el 2008 solamente el
18% de los dominicanos dijo ver a alguien vender drogas, en cambio en el 2012
el porcentaje aumentó a un 28%. La lectura de esto por un lado evidencia el fracaso
del sistema judicial dominicano en lograr la institucionalidad que aspira la
ciudadanía y por otro lado apunta el aumento de las drogas y el lavado del
narcotráfico que tanto se ha denunciado en los medios de comunicación.
Este estudio vuelve
a plasmarnos la triste y deprimente realidad de la situación política y social dominicana.
En nuestras manos está seguir pasivos
permitiendo todo esto o cambiar este panorama por una más justo y democrático.
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