Por: Guillermo Peña Capellán
En el libro el pensamiento sistémico: " Los orígenes del social conformismo" , del autor Marcos Roitman Rosenmann, se analiza por qué las sociedades de hoy son tan conformistas. El conformismo social, explica el autor "es la adopción de conductas inhibitorias de la conciencia en el proceso de construcción de la realidad, es un rechazo hacia cualquier tipo de actitud que conlleve enfrentamiento o contradicción con el poder legalmente constituido".
En el año 1972, Herbert Kelman planteó tres formas de conformidad: "complacencia (conformarse públicamente, pero conservado en privado las ideas propias), identificación (conformarse, en público y privado, mientra se es miembro de un grupo, pero no cuando se deja el grupo) e internalización (conformarse pública y privadamente, tanto cuando se es miembro de un grupo como cuando se deja el grupo)."
Asumir la actitud irresponsable de quedarnos callados ante las injusticias y dejar de protestar para "no tener problemas con el gobierno los partidos tradicionales o los poderes fácticos", es parte intrínseca del problema, no de la solución.
Resulta increíble creer que al activista social comprometido, que se escapa de ese círculo vicioso es altamente condenado por la supuesta necedad de protestar tanto.
En el libro el pensamiento sistémico: " Los orígenes del social conformismo" , del autor Marcos Roitman Rosenmann, se analiza por qué las sociedades de hoy son tan conformistas. El conformismo social, explica el autor "es la adopción de conductas inhibitorias de la conciencia en el proceso de construcción de la realidad, es un rechazo hacia cualquier tipo de actitud que conlleve enfrentamiento o contradicción con el poder legalmente constituido".
En el año 1972, Herbert Kelman planteó tres formas de conformidad: "complacencia (conformarse públicamente, pero conservado en privado las ideas propias), identificación (conformarse, en público y privado, mientra se es miembro de un grupo, pero no cuando se deja el grupo) e internalización (conformarse pública y privadamente, tanto cuando se es miembro de un grupo como cuando se deja el grupo)."
Asumir la actitud irresponsable de quedarnos callados ante las injusticias y dejar de protestar para "no tener problemas con el gobierno los partidos tradicionales o los poderes fácticos", es parte intrínseca del problema, no de la solución.
Resulta increíble creer que al activista social comprometido, que se escapa de ese círculo vicioso es altamente condenado por la supuesta necedad de protestar tanto.
El conformismo dominicano se percibe en el día a día con frases como "eso no es ná", "deja eso así", " es que somos así, no vamos a cambiar nunca", "dale gracias a Dios porque tienes eso por lo menos" , "este país no lo arregla nadie", "todos roban" , "vota por el menos malo", "no te quejes tanto, tu protestas por todo", "no hay nada que hacer ya", entre otras.
A mayor conformismo, mayor pobreza. Sin lugar a dudas, seguiremos teniendo bajos índices de calidad de vida si seguimos siendo conformistas.En la República Dominicana tenemos 2 caminos. O rompemos con el conformismo o asumimos que nunca cambiaremos.